miércoles, 26 de junio de 2013

La ciudad sin niños



Vivo en una ciudad de provincia en el norte de Italia, y no es para nada como los mitos dicen. Siempre hemos creido que los italianos son como los españoles, no en el norte. Cuando vine con mi hijo recien nacido, hace 5 años, me llamò la atenciòn los pocos niños que habìa por la calle, por no decir que no habìa ninguno.

Vivo en una zona estupenda para niños, aire puro, la montaña al lado, grandes calles peatonales...y no hay niños. Debajo de mi casa hay dos grandes patios estupendos para que jueguen...y no hay niños.

Aqui el horario de vida es como la de cualquier ciudad del norte, se come a las 12, se cena a las 19 y los niños a la cama despuès de cenar. Pero el tiempo es como en España, anochece casi a la misma hora y las horas puntas de calor son las mismas. Es curioso ver còmo las madres no se adaptan al clima en verano, me explico, cuando la hora punta de calor es a las 14, las pocas madres italianas que pasean a los crios los sacan de 14 a 16 horas. Ayer hubo merendola en la ludoteca de 14 a 18, a 35 graditos de nada, saludable para los niños. 

Dicen que cuando vas a un pais te tienes que adaptar a sus costumbres, pero, por el amoor de Dios, cuando se juega con la salud y la vitalidad de un niño pues lo siento mucho, pero para mi, no es compatible.

Asi que cuando hace calor, nosotros salimos a las 18, cuando los pocos niños italianos se recogen en sus casas para cenar y dormir. Por suerte mi hijo no està solo, pero parece el parque de la ONU, marroquies, albaneses, chinos, rumanos y un italoespañolo. Menos mal que estàn ellos, porque si tuviera que esperar a algùn niño italiano tendrìa que salir a las 14 a cocernos y a pillar una insolaciòn.

Y da gusto verlos jugar entre ellos, sin problemas, sin racismo, sin las madres hipermegaprotectoras que estàn ahi para que el niño no se manche, mucho más naturales y sin complejos, da gusto, y gracias a ellos y a sus padres que mi hijo puede salir a jugar, porque están ellos.

Esta tarde, debajo de mi casa habìa dos niñas albanesas a las 19 horas jugando a la comba, las he mirado con nostalgia y feliz de oir sus voces en esta zona totalmente desèrtica de niños, cuando sale una vecina, madre ella, y las manda a casa, porque estaban molestando. Me he acercado a ella, y le he dicho que para mi es una gloria escucharlas y que creo que es màs sano que estèn en la calle que en casa aburridas, y menos ahora que hace mejor tiempo. 

Contestaciòn de la madre italiana, que las eduquen en su casa, los niños tendrìan que estar en sus propias casas. Entonces entendì porque no hay niños italianos en la calle. ¡¡¡¡¡Menos mal que todavia està el parque de la ONU!!!!!




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