La pareja, los hijos, compañeros de trabajo, todos nos
dan problemas, nos agobian y nos hacen perder los nervios..
Esto
es lo que pasa cuando no aceptamos la realidad. Todas las personas que
nos rodean pero sobre todo con los que mantenemos vínculos de amor nos
reflejan nuestro conflictos interiores. Todo aquello que no tenemos
resuelto y que aguarda aprendizaje.
La dispersión del foco del
conflicto en sí, la falta de asumir la responsabilidad propia sobre el
mismo nos desvían de una clara solución, de identificar el origen de
nuestro malestar y perpetuar la repetición de una situación incomoda
durante mucho tiempo.
¡Cuantos años nos podemos pasar discutiendo
con nuestro marido de las mismas desconfianzas!. Cuantas broncas con
nuestros hijos-as..etc
Digamos que podríamos entender que
el conflicto es una oportunidad de darnos cuenta de algo, algo que
hasta el momento estaba oculto. Es un proceso por el cuál hacemos
consciente un contenido que se mantenía inconsciente , al que el mismo
conflicto da la oportunidad de liberar.
"La maternidad y el encuentro con la propia sombra."
Laura Gutman
La definición
más clara de conflicto es una situación o comportamiento que nos
incomoda, nos producen malestar. Solemos agrandar la situación desviando
nuestra atención sobre el dolor que impone tal situación ya que es más
fácil no vivir dicho dolor o responsabilizar al vecino del mismo.
El
primer paso es vivir a través del dolor lo que nos está mostrando tal
situación desagradable, es así como nos va indicar un mensaje sobre que
tenemos que resolver.
Identificar en la realidad el conflicto
nos va a dar pautas para encontrar la solución , ya que la energía del
conflicto es una solución obstruida. Puede pasar que la solución se
ubique delante nuestro pero a veces las decisiones voluntarias pueden
impedir una acción de solución. La falta de autoridad interna, la falta
de valentía, entre otras cosas nos hace quedarnos en un espacio cómodo
que conocemos aunque esto suponga continuar con nuestro malestar.
En este caso es mejor reconocerlo y aceptarlo ya que todo, todo lo que hacemos en nuestra vida es nuestra elección voluntaria.
Podemos
decir que los conflictos son necesarios para aprender, avanzar,
evolucionar y cuando nos lo presenta una persona que amamos deberíamos
empezar por agradecerle el aprendizaje que nos marca aunque la situación
nos invite a pasarlo mal, a tener emociones desagradables.
!Cuantas veces nos hemos reído pasado un tiempo de una situación que antes nos sacaba de nuestras casillas....¡
Reflexiones (anotaciones cuaderno Pedagogía Sistemica, Euskadi)
Vanesa Sanz Mazuela
Educadora Social
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